martes, 7 de junio de 2016

Secuestro Express

Secuestro Express consiste en que una pareja de jóvenes, Carla y Martín, son secuestrados en Caracas por tres hombres y experimentan momentos de angustia mientras esperan que sus padres logren cumplir con el monto que los secuestradores piden para el rescate. Esta película, dirigida por Jonathan Jakubowicz,  tuvo un gran éxito en Venezuela y fuera de ella ya que se vendió a la distribuidora Miramax para su comercialización a nivel mundial.


Este largometraje tiene muchas características de género de thriller por ello las emociones predominantes en esta pieza son el suspenso, la ansiedad y el miedo. En ella se representa una modalidad de secuestro denominada secuestro express, que sucede con frecuencia no solo en Venezuela sino en Latinoamérica. Para el cine venezolano es un aporte muy importante, pues a partir de ella se han realizado más películas de este género y muy exitosas.


La violencia es un aspecto que se presenta en gran parte de la pieza, evidentemente, por la temática que aborda. A lo largo del largometraje se nota la violencia física y psicológica que se tiene sobre los secuestrados, en especial hacia la protagonista. Un recurso que hace que este suspenso tenga más alcance son los primeros planos. En la película, sobretodo en las escenas violentas, se utilizan planos muy cerrados, por lo que cosas como las pistolas, la sangre y los golpes se vuelven más cercanos a la audiencia y mantienen la tensión de la historia.

La interpretación de los secuestradores es bastante verosímil puesto que, tienen un lenguaje ordinario, gestos agresivos, aspectos físicos desagradables, sin embargo cada uno de ellos tiene ciertas características que definen su personalidad. La diferencia entre ellos le da sentido a la narrativa. Sin Trece en el grupo la protagonista habría sido violada o la habrían matado y si no estaba Budú y/o Niga los hechos hubiesen sido distintos. Con este trío se establece un equilibrio en el grupo y el conflicto mantiene coherencia.


La ritmo de esta pieza audiovisual es bastante rápido, quizás, para mostrar lo rápido que suceden estas situaciones. Aunque se acelere el ritmo en momentos precisos, este se mantiene a lo largo de la película para poder alimentar la ansiedad de la historia y la incertidumbre por el qué pasará.


El sonido es relevante porque va de la mano con la narrativa, complementa todos los elementos cinematográficos empleados en el largometraje. Los sonidos de los tiros son elementales para acentuar esa tensión que se construye en muchas escenas, por ejemplo, una de las últimas escenas en donde tienen a Carla arrodillada y de espalda a los secuestradores. Así mismo los susurros, por ejemplo, de Budú hacia Carla, atenúan la ansiedad por la libertad de la protagonista.

Los sitios donde se desenvuelve la mayoría de la película son lugares sombríos y tristes. Se muestra en muchas planos de ubicación un ambiente de pobreza y miseria lo que busca representar a un sector de la población y contrastarlo con el sector que pertenece Carla, una clase más favorecida.


Por último, la iluminación también es un recurso que ayuda a la ansiedad y el temor del que se ha hablado antes. En su mayoría la iluminación es muy poca, en ocasiones, no se ve nada solo se escuchan las voces, lo que hace que la intriga y el temor se intensifiquen.


Secuestro express también toca temas como los negocios ilícitos, la venta de drogas, la corrupción y otros que no eran tocados desde esta perspectiva para este tiempo pero eran y son realidades con las que convivimos. Esta pieza audiovisual marcó un antes y un después en el género de thriller en el cine venezolano. Definitivamente, será un referente venezolano para futuros largometrajes sobre este género.


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