martes, 24 de mayo de 2016

Elia Schneider y su película "Huelepega"

Elia K. Schneider es una escritora, directora y productora de cine y teatro venezolana.

“Su película Huelepega (1999), basada en los niños de la calle sumergidos en la drogadicción y que fue censurada durante el periodo del segundo gobierno de Rafael Caldera, ganó 15 premios nacionales e internacionales, estuvo pre-nominada al Óscar por Venezuela y fue el éxito de taquilla más importante de ese año. Su película Punto y raya (2004), basada en la historia de un soldado colombiano y otro venezolano en la frontera común, también fue pre-nominada al Óscar por Venezuela y se adjudicó 24 premios internacionales, entre los que se encuentran La Habana, Huelva, Gramado, Biarritz, Bogotá, Santa Bárbara, Santo Domingo, San Francisco y el Festival Latino de Los Ángeles. Es también la primera película venezolana que participa en la competición de los Globos de Oro 2004. Des-autorizados (2010) fue nominada a los Premios Golden Globes en el XIII Festival Internacional de Cine de Shanghái (categoría «A») y fue seleccionada a la competencia oficial del Festival de La Habana (2010).

Schneider produjo 7 largometrajes: AgoníaSicarioGarimpeirosEl DonUn lugar lejanoEsclavo de Dios y Solo.

Sicario, dirigida por José Ramón Novoa, obtuvo 27 premios internacionales, entre los que se encuentran mejor dirección y mejor actriz de reparto en el Festival Internacional de Tokio (categoría «A»), así como la pre-nominación a los premios Óscar por Venezuela y la nominación a los premios Goya.”

Centrándome en la película Huelepega:

Elia muestra de una manera muy cruda una triste realidad, la vida de niños de la calle en Caracas. Para algunos será demasiado fuerte ver esta película como la trata Schneider, pero la vida es así para muchos, demasiado fuerte y cruda.

En la película podemos seguir la historia de Oliver, un niño que con tan solo 11 años de edad fue echado de su casa por un hombre que se relacionaba amorosamente con su madre, Oliver entonces, como muchos niños que viven estas situaciones al día a día de nuestra Venezuela y el mundo, se convierte en un niño de la calle.

La vida en la calle es una vida cruda, en sus calles más oscuras y sucias hay drogas, narcotráfico, armas, asesinatos, prostitución, calles que se tornan un infierno para los que les toca vivir buscándolo o no en estas.

A partir de este momento, Oliver jamás podrá volver a ser el mismo niño inocente que en algún momento fue, jamás podrá olvidar y desaparecer todas esas malas vivencias, ese mundo que existe y que muchos no ven.


Oliver y todos los niños de calle no podrán limpiarse de su piel el sucio de esas calles que los marcaron.

Luis Alberto Lamata y su película estrenada en los años 90


En los años 90 el cine nacional parece tener lo necesario para ir en viento en popa, pero a pesar de ello, la producción para la época es escaza. Aún así, para el año 1992 Luis Alberto Lamata decide escribir el guion y dirigir una película llamada “Jericó”.

La historia trata acerca de un sacerdote, llamado Fray Santiago, que en el siglo XVI se une a una cruzada para transmitir el evangelio a los indígenas que vivían en Venezuela. Este se dirige a la selva y se da cuenta de lo salvajes que son los conquistadores pero aún así se une a un grupo de españoles para escapar, en el camino todos son atacados por indígenas que matan a todos los hombres con quien este huía. Al padre no le queda de otra que hacer lo posible para formar parte de la tribu. Un tiempo después de haberse integrado, se una a una india con quien tiene un hijo pero luego se separan.  Los indios son atacados por conquistadores españoles que terminan apresándolo y tras esto el protagonista pierde el juicio.

Las grabaciones se llevaron a cabo en la selva venezolana, en la Cueva del Guácharo y en el Orinoco. Los personajes eran indígenas reales pertenecientes al grupo de los Caribes. Y la realización exitosa hizo que Lamata recibiera premios en algunos festivales.

En la película se puede apreciar la aplicación de una teoría, que es la propuesta por Darwin: “Te adaptas o mueres”. El sacerdote que lleva a cabo el papel protagónico demuestra la gran necesidad que tiene por integrarse y adaptarse a una sociedad que es desconocida para él mismo para así buscar la manera de poder sobrevivir.

Además transmite un mensaje relevante: los conquistadores españoles eran  tan violentos como cualquier indígena. Se creía que todos eran así porque no habían sido evangelizados. Este era el pensamiento de la época, el cual ahora no tiene ni pies ni cabeza. Todo hace llegar a una reflexión acerca de lo que fue el pasado en cuanto al proceso violento e irracional de la conquista.

Por último, se puede decir que es una de las mejores películas que se hicieron en Venezuela, pues está muy bien hecha en cuanto a su forma técnica y artística.

EL EFECTO NABOKOV - Macu, la mujer del policía.


EL EFECTO NABOKOV

 Macu, la mujer del policía.

Por Vanessa Rivas




     Macu, se convirtió en uno de los más conocidos referentes del cine Venezolano, sin embargo, muchas personas de mi generación son ajenas a su trascendencia. Se oye hablar de ella a nuestros padres, abuelos y profesores pero no se tiene deseo de descubrir que es lo que tiene para ofrecernos.

Decepcionados por los pocos filmes venezolanos que hemos visto los Millenials, no nos llama en absoluto la atención una obra nacional que implique policías, barrios o una especie de historia de suspenso. Esto debido a los grandes estereotipos con los que muchos definíamos el cine nacional hasta hace poco.

     La fuerza de la película te hace olvidar lo patéticas que fueron las actuaciones, sin embargo, María Luisa Mosquera, es de esas actrices que dicen todo sin decir nada. Las miradas y gestos de Macu, salvaban muchas escenas bien planeadas pero poco creíbles en materia teatral.

    Me llevé una agradable sorpresa la primera vez que vi Macu, la mujer del policía. Basada en un suceso real y mórbido que aconteció en la Caracas de los 80, pensamos que se trata meramente de un juego de policías ¿Quién asesinó a los tres muchachos?...y esto es lo que menos importa en el filme, incluso se reitera que Ismael es el culpable, en un punto. Lo que realmente nos interesa y lo que le da a la película su marca personal es la explicación de un personaje complejo y a la vez simple.

     María Inmaculada, es una muchacha de escasos recursos y educación mínima, está casada con un hombre mayor y que además es policía. Se dedica a ser ama de casa y a cuidar a sus hijos cuando llega de la escuela. Lo primero que nos preguntamos es: ¿Qué edad tiene Macu? ¿Qué hace una mujer con dos hijos y un esposo jugando pelota después de clases con un montón de adolescentes? ¿Por qué engaña a su esposo con un muchachito?

     Entonces se nos revela se casó con tan solo 11 años, algo que estremece al común de las personas, pero que a los ojos de su madre y abuela, era lo más conveniente. En su casa, la pequeña Macu era insignificante pero tuvo la “suerte” de que un hombre con poder se fijara en ella. Para el momento en el que conoció a la protagonista, Ismael (el policía) mantenía una relación amorosa con su madre. Fungía como una especie de figura paterna para María Inmaculada y sus hermanos, pero siempre dándole una especial atención a niña menor.

     Es inevitable comparar el escabroso escenario con la novela Lolita de Vladimir Nabokov. La psicología de las muchachas (Macu y Lolita) es un tanto parecida, hacen las veces de amantes del hombre mayor, sin embargo no pueden adelantar su propio tiempo y siempre preferirán sentirse jóvenes. El hombre mayor desencadena una obsesión por niña, y termina cometiendo el homicidio de quienes robaron le la atención.

     Macu, es una Lolita venezolanizada. Una historia de Nabokov en un contexto latinoamericano, que a pesar de las diferencias culturales ambas  poseen  su fuerza dramática en el desarrollo del personaje principal.

      La mujer del policía, fue el mejor complemento del título, ya que eso es todo lo que representa la muchacha, quien tras aceptar la miseria en la que fue convertida su vida dice “Yo no sé hacer nada”, moldeada por quienes tenían ventaja sobre ella, termina conformándose con lo que es, sin buscar otro camino.

lunes, 23 de mayo de 2016

Homicidio Culposo

Por: Valentina Gueccia


La película Homicidio Culposo es el segundo largometraje venezolano dirigido por Cesar Bolívar, escrito por él y por José Ignacio Cabrujas.  Se estrenó  el 27 de junio de 1984 y fue récord en taquilla para la época de los 80. Actualmente, se mantiene como una de las películas con más entradas vendidas a lo largo de la historia del cine venezolano, y además fue ganadora del Gran Premio en el Festival de Cine Venezolano de Mérida, entre otros premios nacionales.

Este film policial surge como una ventana para expresar inquietudes políticas y sociales existentes para ese momento y se basa en hechos reales. Se centra en la tragedia que surgió durante la representación de una obra de Javier Vidal, donde el personaje que interpreta Julie Restifo le da un tiro al actor Marco Antonio Ettedgui accidentalmente y lo mata. César Bolívar plasma en su película lo ocurrido usando además a los mismos actores. Restifo interpreta a la mejor amiga de Alicia, la autora del disparo representada por Elba Escobar y el personaje de Javier Vidal muere como Ettedgui.

Es imposible dejar de mencionar al elenco de primera talla que encabezó esta película: Elba Escobar, Javier Vidal, Jean Carlos Simancas, Julie Restifo, Luis Rivas y Yanis Chimaras. El policía interpretado por Jean Carlo Simancas altera al típico estereotipo estadounidense del rebelde en conflicto con sus superiores.
Homicidio culposo se desarrolla en un ambiente teatral y eso le da a la historia un aire de cine negro, porque todos los personajes parecen ocultar algo sobre la muerte de Juan Carlos Johnson. Además es un filme sobre el teatro que se inspira en la obra de Shakespeare, ya que Romeo y Julieta están presentes en la historia de los amantes que son separados por la muerte, y que sólo la muerte puede juntarlos nuevamente. La melancolía que va hundiendo a Alicia, hasta que se venga haciéndose pasar por la enferma, también sucede en Hamlet.

César Bolívar es de los directores que se caracteriza por coescribir todas sus películas. Tuvo la dicha de contar con la colaboración  de algunos de los mejores especialistas de la narración y la literatura en Venezuela como: José Ignacio Cabrujas, Salvador Garmendía, Gustavo Michelena y Ricardo García.

Es docente en la Academia de Ciencias y Artes del Cine y la Televisión e imparte clases de cine en la Escuela de Artes de la Universidad Central de Venezuela. Desde la década de los 90 hasta la actualidad se ha dedicado a realizar series para la TV y sin duda, cada proyecto ha sido un éxito.

domingo, 22 de mayo de 2016

Del melodrama latinoamericano al drama cinematográfico


Oriana, dirigida por Fina Torres, es película venezolana de 1985 reconocida por obtener el premio Cámara de Oro en Cannes. El drama cuenta la historia de María, una venezolana  extranjera en Francia quien, al enterarse de la muerte de su tía Oriana, vuelve a la hacienda y recuerda los secretos oscuros que descubrió de niña. Los flashbacks de María nos van revelando el pasado de Oriana, una historia centrada en la Venezuela rural de principios de siglos que se desenvuelve en el recuerdo de un amor prohibido.

Es una historia sencilla con un temática común de  las novelas latinoamericanas. Sin embargo el reconocimiento de esta película se debe a las técnicas de dirección  usadas con intención narrativa. Las tomas subjetivas en el interior de la hacienda tienen un significado ambiguo,  se presta o confusión si se está siguiendo el punto de vista de María adulta, María joven o de Oriana joven. Las transiciones  del pasado al presente son muy sutiles: María mira por la ventana con un telescopio y ve llegar al carro que la trajo a la hacienda de niña. Estas técnicas tienen la intención de reforzar el vínculo de María con el pasado de Oriana.

Oriana es una película con pocos diálogos. La caracterización de los personajes se muestra con pequeños detalles y acciones. Varías escenas nos anticipan la rebeldía de Oriana hacia el padre: las escapadas para presenciar deberes propios de los hombres,  o cuando le apunta la pistola en juego mientras el padre descansaba.  La María de doce años presenta indicios de estar descubriendo su sexualidad. Por ejemplo en la escena que se mira al espejo y suelta a la muñeca. La exploración de María por la hacienda, al principio parece ser  una curiosidad infantil pero va creciendo en un deseo morboso de conocer el pasado oscuro de su tía.

La película  tiene un ritmo lento y deja algunos temas inconclusos. Aun así, logra bastante reconocimiento ya que es un claro ejemplo del uso del lenguaje cinematográfico con una marcada intención narrativa. Con una excelente dirección de fotografía  y una precisión para los detalles, Fina Torres logra evitar el melodrama y los lugares comunes de un amor prohibido, tema  primordial en muchas  telenovelas.   

Por Isabel Thielen 


El pez que fuma


Esta película, dirigida por Román Chalbaud y con el guion de José Ignacio Grabrujas  es considerada como una de las mejores películas de la época. 

La misma gira entorno a un burdel que recibe el mismo nombre de “El Pez que Fuma” donde se muestran las realidades de la sociedad y la relación entre el poder, el oportunismo el dinero y la lucha, que se vuelven temas centrales. La dueña del burdel, la Garza, le confía las riendas de sus negocios a sus amantes y el que lo rige para el momento es Dimas, luego, como desenlace de la película, aparece un personaje llamado Jairo (quien representa el oportunismos) que pretende tomar las riendas del negocio y volverse amante de la Garza para dejar a un lado a Dimas.

Chalbaud es un director que se ha visto influenciado por el neorrealismo italiano y El pez que Fuma tiene toques de dicha influencia. Aunque no puede decirse que se aferra completamente a dicho movimiento, esta película rescata algunas características del mismo. Chalbaud contaba la realidad social que se vivía en el país y aunque era común para la época mostrar los barrios, los desnudos, las prostitutas  y la delincuencia, él intentó darle un giro tal vez distintito.

La miseria humana, la denuncia hacia la evolución y situación social, el bajo mundo venezolano y demás son factores sociales son los que llenan la  tramada de la película. Desde un comienzo hay una escena donde se ve a una  madre pegándole a su hijo y en ese momento la Garza grita para detenerlos; una situación de la realidad que aunque está fue de contexto en la escena, se hizo para vislumbrar las situaciones reales de esos ambientes, cosa que quería lograr Chalbaud.

Y es que estas escenas fuera de contexto se repiten, y por más que la película se dé casi en su totalidad en el burdel, hay ciertas escenas que se escapan del mismo como cuando se muestra a una señora alimentado a unos perros callejeros, esto a propósito para mostrar a la sociedad como era.

Las largas tomas de un mismo momento para mostrar las emociones de los personajes, la anulación de la cámara que estaba en función de lo que se quería transmitir, la demostración real del entorno de los personajes y las vivencias de lo que los rodea son alguna de las cosas que se rescatan el ya mencionado neorrealismo.

En cuanto a temas estéticos, más allá de la trama, esas tomas muy largas de una misma emoción ya para ese momento en el que se centraba el cine eran aburridos, ya que se podía resolver de otra manera con el uso del sonido.

La película tiene unos cortes y transiciones muy abruptas. Aunque contaban con un presupuesto decente y uso de iluminación, estos, según esta crítica, no fueron bien usados. Aunque Chalbaud era el director más experimentado de la época, se puede hablar de otros directores en años pasados y en algunos otros lugares del mundo que pudieron lograr mejores resultados con menos recursos que lo que logró Chalbaud con El Pez Que Fuma, y si otros lo lograron, por qué esta película no pudo superarlos?

En fin, Chalbaud se enfocó más en innovar algunas cosas en producción que en posproducción

-Michelle Correia

sábado, 21 de mayo de 2016

El cine social y la temática nacionalista

Con la apertura de Bolívar Films en el año 1942, el cine en Venezuela comienza a encaminarse cada vez más al éxito cinematográfico. Con el pasar de los años, nuevos directores y productores ven sus frutos nacer en una tierra que anteriormente no tenía la calidad necesaria para ser galardonada. Películas como “La Balandra Isabel llegó esta tarde” y “Araya” fueron protagonistas en diversas premiaciones, ayudando a que luego, el auge del cine social tomará más importancia.

Sede Bolívar Films. Caracas, Venezuela

La necesidad de plasmar la realidad venezolana en la gran pantalla fue clave, los directores buscaban hacer más cercano el mundo del cine a una población que en su mayoría no estaba acostumbrada a apreciar el trabajo cinematográfico de su país. Poco a poco, se fueron implementando personajes muy característicos de la región que por muchos años se han convertido en los protagonistas de los films. Malandros, policías y los barrios se transformaron en el estereotipo para plasmar la realidad social durante muchos años.

Un perfecto ejemplo de dicha temática es la película venezolana Secuestro Express que se estrenó en el año 2005, cuenta con la participación de reconocidos personajes que dan vida a una común historia que se presenta en la ciudad capital y que relata cómo en menos de 24 horas se realiza el secuestro de una joven pareja.


El éxito fue inmediato, ¿por qué?, pues porque es un tema que llamó mucho la atención de la audiencia, ya que se sentían identificados con lo que estaban viendo, desde las calles del rodaje hasta el vocabulario tan coloquial y cotidiano caraqueño.

Sin duda alguna, el cine social fue (y sigue siendo) protagonista en la “época dorada” del cine venezolano, convirtiéndose en un auge y en un patrón casi irremplazable para caracterizar los films realizados en el país. Llevando una temática cotidiana y cercana a la realidad de la audiencia.


Mónica Rodríguez M.

viernes, 20 de mayo de 2016

La Vanguardia en el Cine Venezolano



Se entiende por vanguardia como la avanzada de un movimiento artístico, político o ideológico novedoso que escapa de las tendencias dominantes, y que podría sentar las bases para su desarrollo en el futuro. 


La vanguardia supone una renovación de formas y contenidos. En el caso del arte, por ejemplo, intenta reinventar sus bases y se enfrenta a los movimientos existentes. Lo mismo pasa con el cine, van ocurriendo distintos movimientos que buscan romper con la estructura establecida para imponer nuevas reglas, ideas, y propuestas.


El único movimiento significativo de vanguardia que ha tenido el cine venezolano fue el de los realizadores que filmaron en Super 8, en las décadas de los años setenta y ochenta. 


El Super 8 es un formato cinematográfico que lanzó al mercado Eastman Kodak en 1965 con el fin de hacer cine fácil. Estaba destinado al cine amateur y doméstico, pero también fue adoptado por cineastas y artistas que encontraron en él una alternativa simple, rápida y económica para filmar.


El cine Super 8 buscó diferenciarse de esos filmes nacionales, realizados con un lenguaje sencillo, apto para televidentes. Surgió en una Venezuela prospera por la riqueza petrolera y la democracia, fue tolerada la exhibición de películas comerciales que tocaban temas controversiales desde una perspectiva predominantemente de izquierda. El Estado incluso comenzó a dar créditos a partir de 1975 para que se hiciera ese tipo de cine. Todo esto contribuyó a que floreciera el cine amateur en el país.  


El Super 8 continuó con la línea de muchos grupos de vanguardia de la literatura y la plástica de los años sesenta. Hubo también vínculos personales de algunos superocheros venezolanos con cineastas y artistas de vanguardia del extranjero. Por ejemplo, Rolando Peña participó en una película de Andy Warhol e hizo cine con el puertorriqueño José Rodríguez Soltero en Nueva York.


Una de las temáticas que destacaron en el cine del Super 8 en Venezuela fue la crítica a la sociedad de consumo y la indagación a la identidad nacional. Esto se vio reflejado es el largometraje Hecho en Venezuela (1977) de Carlos Castillo, aquí el país es representado por una mujer con los ojos vendados, cegada por el consumo excesivo.


La figura más destacada de este movimiento fue Diego Rísquez su primer largometraje rodado en ese formato, Bolívar, sinfonía tropikal, fue presentado en la Quincena de los Realizadores de Cannes en 1981. En 1984 volvió a esa sección del festival con Orinoko, nuevo mundo, filmada también en Super 8.


Otro cineasta venezolano perteneciente a este movimiento que llegó a la Quincena  fue Carlos Castillo, con los cortos TVO y Uno para todos, todos para todos, en 1981, y Sopa de pollo de mamá, en 1982. John Moore presentó Faces, también en formato Super 8 en la sección paralela de Cannes en 1982.


El cine mundial en Super 8  llegó a Caracas. Se presentaron proyectos de todas partes en el Festival Internacional del Nuevo Cine Super 8, llamado Festival Internacional de Cine de Vanguardia en sus dos primeras ediciones, en 1976 y 1977. Este formó parte de un circuito que incluía también festivales en Montreal, Ottawa, Barcelona, Bruselas y Teherán.


Referencias:

·         Super 8, la vanguardia venezolana. http://encine.escuelanacionaldecine.com.ve/?p=2095

·         Super 8. https://es.wikipedia.org/wiki/Super-8

·         Definición de Vanguardia. http://definicion.de/vanguardia/


Por: Carmela Penfold