jueves, 5 de mayo de 2016

El Color en el Cine Venezolano Gabriela Hernández


La verdadera introducción al color en el cine la hizo la compañía Technicolor, que mediante emulsiones consiguió producir bicromáticamente en un método mucho más sencillo. La emulsión se hacía en dos películas que se pegaban una a otra produciendo por un lado, en una especie de gelatina los colores rojo-anaranjados y por otro los verdes La primera película fue “The Toll of the Sea en 1922.

A partir de los años 50, la industria cinematográfica, se tomó más en serio el color con la llegada de la televisión, esto tuvo un impacto tan positivo que los productores dejaron a un lado los colores blanco y negro y decidieron utilizarlos solo para el cine con bajo presupuesto. La industria respondió ofreciendo más espectáculos, que se concretó en el mayor tamaño de las pantallas. En 1953, la Twentieth Century Fox estrenó su película bíblica La túnica sagrada, de Henry Koster, en un sistema nuevo denominado CinemaScope, que inició la revolución de los formatos panorámicos. En una sucesión rápida, todos los estudios lanzaron sus sistemas panorámicos, tales como el Vistavisión, Todd-AO, Panavisión, SuperScope y Technirama. De todos ellos sólo el Todd-AO y el Panavisión sobrevivirían, ya que suponían el uso de una sola cámara, un solo proyector y película estándar de 35 mm, adaptándose más fácilmente a todos los sistemas; su éxito cambió definitivamente la forma de las pantallas de cine. Musicales a todo color, en pantallas anchas y plagados de estrellas, como “Ha nacido una estrella en 1954, de George Cukor, u Oklahoma (1955), de Fred Zinnemann, superproducciones históricas como Ben-Hur en 1959 o Doctor Zhivago en 1965, de David Lean, llenarían las pantallas de cine.

El cine venezolano se instaura en Venezuela el 28 de enero de 1896, aunque este cine fue creciendo constantemente, la primera proyección que se realizó en el Teatro de Maracaibo tuvo bastante éxito, dichas películas fueron tituladas “Los muchachos bañándose en el Lago de Maracaibo” y “Especialista sacando muelas”, cuyo autor se desconoce. La primera película del país fue dirigida y realizada por Henry Zimmerman llamada “La dama de las Cayenas”, donde el color blanco y negro predominaban en todos los minutos de la grabación. Las películas realizadas durante el periodo del cine salvaje como lo fueron “La Trepadora”, adaptación de la novela de Rómulo Gallegos, también fue grabada con los colores del cine clásico como lo fue el Blanco y el Negro. Películas como “La Venús de Nacar, “Taboga” y “El rompimiento”, también mantuvieron este formato clásico. Películas o documentales de igual importancia, no deben ser pasadas por alto, para 1950 se filmó “La Escalinata” y “La Bailandra Isabel”, largometrajes realizados por la casa productora de Bolívar Films y nominadas al premio “Cannes” por mejor dirección de fotografía y con muy buenas críticas, también fueron bien recibidas por el público venezolano. El éxito del documental “Araya” en 1966, también tuvo muy buenas crítica y se mantuvo con el formato blanco y negro.


No fue hasta la llegada del Boom venezolano con la película “Cuando quiero llorar no lloro”, adaptación de la novela de Miguel Otero Silva, que vemos la llegada del color a las pantallas venezolanas junto con la película “El pez que fuma”, película dirigida por Román Chalbaud. 

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