En el año 1959 la joven cineasta venezolana Margot Benacerraf realiza su primer largometraje de ficción llamado ‘Araya’ que gana para Venezuela el Premio Internacional De la Crítica, compartido con ‘Hiroshima,mon amour’, en el Festival de Cannes de ese año y el premio de la Comisión Técnica Superior del Cine Francés. La película en 1990 fue seleccionada como una de las cinco mejores películas en la historia del cine latinoamericano, dentro de la retrospectiva de Latin American Visions. Tiene una marcada influencia francesa de la época y la peculiaridad de que está grabada como un documental pero no lo és, aunque esté retratando un hecho de la realidad. Muchos catalogan la pieza de poética y con un gran contenido social. La obra audiovisual muestra crudamente un día en la vida de hombres y mujeres cuyo sustento gira en torno a las salinas de la península de Araya, un lugar árido y sin vegetación alguna. Unos trabajan en las salinas y otros pescan pero sus vidas se resumen a eso, cada día, generación tras generación.
La crítica internacional fue muy buena a diferencia de la venezolana. Margot Benacerraf fue cuestionada acerca de si verdaderamente había un contenido de protesta social en su película a lo que ella contestó que simplemente no supieron ver la pieza y que en Venezuela se mantenía la costumbre de un cine que generara lastima en torno al hecho de injusticia social. Ella, haciendo todo lo contrario, exaltó el trabajo de personas que mantienen una tradición desde que la sal era considerada el oro blanco del mundo pero que indudablemente es una crítica misma a las condiciones de trabajo. Además, la película plantea al final una pregunta inquietante tras la llegada de las máquinas y la paulatina suplantación de personal por maquinaria. Genera la duda de qué pasará con esas familias una vez pierdan su trabajo pues no conocen otra cosa.
Indudablemente Araya de Margot Benacerraf se convirtió en una de las piezas mas celebres del cine Venezolano, marcando una llegada de influencias de Francia y del Neorealismo italiano, pues utiliza a los verdaderos protagonistas de la historia como actores de su propia realidad. Admirada por su belleza poética y carga tanto estética como narrativa, se convirtió en oro blanco para Latinoamérica.
https://www.youtube.com/watch?v=GgrigA0sq2w
La crítica internacional fue muy buena a diferencia de la venezolana. Margot Benacerraf fue cuestionada acerca de si verdaderamente había un contenido de protesta social en su película a lo que ella contestó que simplemente no supieron ver la pieza y que en Venezuela se mantenía la costumbre de un cine que generara lastima en torno al hecho de injusticia social. Ella, haciendo todo lo contrario, exaltó el trabajo de personas que mantienen una tradición desde que la sal era considerada el oro blanco del mundo pero que indudablemente es una crítica misma a las condiciones de trabajo. Además, la película plantea al final una pregunta inquietante tras la llegada de las máquinas y la paulatina suplantación de personal por maquinaria. Genera la duda de qué pasará con esas familias una vez pierdan su trabajo pues no conocen otra cosa.
Indudablemente Araya de Margot Benacerraf se convirtió en una de las piezas mas celebres del cine Venezolano, marcando una llegada de influencias de Francia y del Neorealismo italiano, pues utiliza a los verdaderos protagonistas de la historia como actores de su propia realidad. Admirada por su belleza poética y carga tanto estética como narrativa, se convirtió en oro blanco para Latinoamérica.
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