martes, 19 de abril de 2016

Primeras películas sonoras de Venezuela

       El primer intento de película sonora fue en 1934, fue llamada La Venus de Nácar y realizada por Efraín Gómez en los Laboratorios Nacionales. Esta tenía un sonido incorporado que no era más que un fondo musical. Efraín Gómez era sobrino de Juan Vicente Gómez, el presidente del país para ese momento y a quien le debía la instauración de los laboratorios y  los equipos para hacer  cine.

        Sin embargo, con la llegada del cortometraje Taboga en 1938 es que se considera la llegada del cine sonoro a Venezuela, el cual fue hecho por Rafael Rivero. El corto tiene sonido sincrónico con diálogos y musicalización. En el mismo año se estrenó el primer largometraje llamado El Rompimiento hecho por Antonio María Delgado Gómez en Venezuela y por supuesto también con sonido.

     Parece mucha coincidencia que luego de la salida del dictador Gómez Venezuela avanzó en muchos sentidos, y en materia cinematográfica dio un gran paso como lo fue la llegada del cine sonoro, la creación del Servicio Cinematográfico Nacional (SNC) y dicho ente adquirió equipos y comenzó a realizar sus propias funciones, aunque su duración fue poca ya que se terminó al año siguiente es considerado un avance importante.

     Al igual que Bolivar Films por el año 49 comienza a producir de manera industrial y contratan a directores y técnicos extranjeros para que trabajaran en Venezuela, de igual manera con los actores.

      Venezuela, luego de la muerte de Gómez, comenzó a brillar en materia cinematográfica  y ganó premios en los siguientes años como el premio a la mejor fotografía en Cannes con la película La balandra Isabel llegó esta tarde.


La Venus de Nácar: https://www.youtube.com/watch?v=NefA5MGGBR8

1 comentario:

  1. Con el debido respeto pero esta "crónica" sobre el cine venezolana está muy alejada de la verdad. Se encuentra colmada de errores. Obviamente fue realizada por alguien que no tiene estudios serios sobre la historia del cine venezolano que adolece de rigor investigativo y que no maneja los criterios básicos de un historiógrafo. Qué lamentable que se sigan publicando datos inexactos y especulaciones.

    ResponderBorrar